martes, 28 de febrero de 2023

"Todas las mañanas del mundo(1991)" de Alain Corneau


La viola da gamba de Monsieur de Sainte-Colombe y de Marin Marais descansa mucho en los bajos, lo mismo que el ritmo de esta película, de gran gravedad. Hay un contraste entre la vida de Sainte-Colombe y sus hijas, que viven en armonía con la naturaleza, con la que aspira Marais en la corte, más ambiciosa, mundana y vulgar pero a la vez más genuinamente barroca, complicada y esplendorosa; como el propio Marais, a diferencia de su maestro, que vive anclado en el pasado, el cual le ha llevado a vivir una vida sencilla: "Mis amigos son mis recuerdos" como bien diría él. Vemos este contraste en los conciertos que dan Sainte-Colombe y sus hijas entre el ascetismo de los jansenistas y la pomposidad de los cortesanos del rey. Monsieur de Sainte-Colombe no sabe mucho de lo mundano (no lee) ni quiere saber. Y es que la búsqueda del arte le ha llevado a un minimalismo vital, a vivir en el campo alejado de la civilización. Arte, naturaleza y religión son lo mismo para el.
     La película nos habla por tanto de las relaciones entre el arte y la vida, entre el sensualismo de la música y el sensualismo del amor, de la ontología de ser músico. Es una película feminista que denuncia como las mujeres, a pesar de saber tanto de música como los hombres, nunca llegan a maestras de capilla. También nos habla de la relación entre alumno y maestro. El sonido de la viola nos habla de esta relación, de esta lucha interior, que desemboca en el nacimiento e introducción del sentimiento musical en la corte francesa, hasta ese momento caracterizada por una cierta pomposidad y frivolidad. Marais entraría como violagambista y fundaría lo que después se llamaría "El Imperio de la Viola" en la corte francesa de Luis XIV. En esta época la viola da gamba esta muy de moda en Francia, a diferencia de Italia, donde apenas cobraría protagonismo, para dar paso más adelante al más rotundo sonido del violoncelo, más propio este de participar en un concierto, a diferencia de la viola, que quedaría relegada a música de cámara. 
    En realidad y a diferencia de la película Monsieur de Sainte-Colombe estaba encantado con su alumno Marin Marais, y más que exaltado era de carácter tímido y retraído. Fue una relación breve en el tiempo pero trascendente para los dos. No fue el único pupilo que después se haría popular. A pesar de todo para Pascal Quignard plasmar este argumento conllevo aislarse completamente del mundo en su casa de campo, llegando incluso a cortar literalmente el cable telefónico. Quignard parece sugerir que el pasado es un inconmensurable dolor provocado por la nostalgia, y que la mejor manera de revivir y expresar ese dolor es mediante el consuelo de la música, pero esta no puede salvarnos del todo de la desesperación, la enfermedad y la muerte. Sin lugar a dudas esta es su obra maestra con la que todo músico soñaría escribir. Respecto a Corneau es su trabajo más destacable, junto a su trilogía de serie negra con Yves Montand.