Las telenovelas latinas son un batiburrillo de diversos géneros: novela romántica, comedia costumbrista, thriller policiaco, etc... Siempre giran en torno a una pareja de amantes protagonista, a la cual las circunstancias hacen separarse para más tarde volver a rejuntarse y vuelta a empezar. Suele haber uno o dos antagonistas principales. Siempre hay algo que los diversos personajes saben mientras que otros lo ignoran, se van desgranando poco a poco, pero eso si, a un problema sucede otro, a una subtrama sucede otra. Los guionistas suelen preocuparse de que todos los personajes estén logrados, tengan personalidad y no resulten planos. Suelen ser de corte conservador (nunca veras a nadie abortar, tomar drogas, criticar el imperialismo norteamericano, etc) aunque pueden tener reivindicaciones sociales (como el amor entre personas de distinta clase social o el movimiento LGTBI por ejemplo), y es obligado el happy-end. Siempre hay una o varias piezas musícales que funcionan como un leitmotiv, relacionado con la pareja protagonista o con los antagonistas. Es un universo limitado y laberintico que vuelve sobre si mismo, no es de extrañar ver los planos de situación de los lugares donde habitan y conviven sus protagonistas: casas y hogares, negocios, hoteles, bancos, etc. Siempre retornan y se repiten estas secuencias en infinitas combinaciones.
Antaño las telenovelas eran más melosas, en el sentido en que los personajes hablaban entre ellos de sus sentimientos sin ningún rubor, hablaban de como era su amor hacia sus parejas. Hoy en día resulta pesado, aunque siempre lo fue, haciendo los deleites del publico mas sensible y cursi. De aquí a un tiempo se ha corregido, dándole a las historias mayor ritmo, aunque esto ha hecho curiosamente derivarlas mas hacia el suspense.
No es raro ver personajes que nos resulten simpáticos, incluso pueden serlo los mismos antagonistas por muy malhechores que sean; la sombra de Cantinflas es alargada. Después esta esa contraposición entre el galán, impoluto en sus sentimientos, y el villano, falso e hipócrita. A fin de cuentas y algo común en el arte moderno, siempre hay que introducir un elemento cruel (aunque aquí hasta cierto limite) por muy melosas que las telenovelas sean. Pero ¿porqué verlas si es un genero fácil? porque como decía un crítico con razón hay que ver más películas y cuanto más malas mejor.