Van Gogh, que se tenia a si mismo por un vanguardista, en su corta carrera de diez años como pintor evoluciono mucho, y si no hubiese sido por su pronta desaparición hubiese mejorado más. Es grato seguir sus progresos, cosa que no sucede con otros maestros que en menos de un año llegan a su madurez técnica, con lo cual no puedes hacer un análisis tan detallado (y apasionado) de sus progresos y sus baches, de sus logros y sus frustraciones. Millet fue importante en un comienzo pero después Van Gogh abandono este socialismo para dedicarse más a la mirada.
Hay una dicotomía entre inadaptación-escapismo y serenidad-amenidad en toda su obra. Pero el observador no experimenta consuelo, sino más bien abandono y crispación. Es más bien un paisaje interior. También hay dicotomía, aunque más gradual, no solo en su temática sino también en su técnica: al lado de pinceladas cuasi infantiles vemos otras zonas más diestras u originalmente resueltas. Este espíritu del sufrimiento contemplativo en Van Gogh concuerda con el oriental ("hay que fijarse mucho para dejar de sufrir"); esto es precisamente lo que le gusta a Kurosawa. Van Gogh no quería solo contemplar; quería crear, hacer poesía, soñar con un futuro mejor. Y su inspiración final no eran los clásicos, sino la naturaleza. Pero no era exactamente impresionista; tampoco naif, aunque al final derivo un poco hacia este estilo. Siempre tuvo un pie dentro del realismo, pero no debemos juzgarlo por esto, ya que se encuentra a años luz tecnicamente de muchos, debemos juzgarlo por su mirada, que no era la de una persona convencional sino la de un artista melancólico, como melancólico es el uso del amarillo que podemos ver en las luces, el sol del sembrador y especialmente en sus girasoles. Y es que las estampas japonesas también son melancólicas, las cuales influyeron en su obra sobre todo a partir de su estancia en Arles. No se me ocurre lugar mas distinto a Japón que el sur de Francia. Este es todo sol y calor. Japón estaría más dominado por la sombra, como bien suscribiría Tanizaki. Por eso Van Gogh es el primer artista realmente globalizado, lo importante es lo que se lleva dentro estés donde estés. Su obra fue el resultado de una serie de condicionantes, de los que destacaría tres: primero su trabajo como marchante le permitió tener un gran bagaje pictórico; segundo el arte estaba de moda y era fácil coleccionarlo gracias a la impresión de estampas; y tercero la posición de su hermano Theo le permitió intuir la inminente revolución en el mundo del arte.
Hay una dicotomía entre inadaptación-escapismo y serenidad-amenidad en toda su obra. Pero el observador no experimenta consuelo, sino más bien abandono y crispación. Es más bien un paisaje interior. También hay dicotomía, aunque más gradual, no solo en su temática sino también en su técnica: al lado de pinceladas cuasi infantiles vemos otras zonas más diestras u originalmente resueltas. Este espíritu del sufrimiento contemplativo en Van Gogh concuerda con el oriental ("hay que fijarse mucho para dejar de sufrir"); esto es precisamente lo que le gusta a Kurosawa. Van Gogh no quería solo contemplar; quería crear, hacer poesía, soñar con un futuro mejor. Y su inspiración final no eran los clásicos, sino la naturaleza. Pero no era exactamente impresionista; tampoco naif, aunque al final derivo un poco hacia este estilo. Siempre tuvo un pie dentro del realismo, pero no debemos juzgarlo por esto, ya que se encuentra a años luz tecnicamente de muchos, debemos juzgarlo por su mirada, que no era la de una persona convencional sino la de un artista melancólico, como melancólico es el uso del amarillo que podemos ver en las luces, el sol del sembrador y especialmente en sus girasoles. Y es que las estampas japonesas también son melancólicas, las cuales influyeron en su obra sobre todo a partir de su estancia en Arles. No se me ocurre lugar mas distinto a Japón que el sur de Francia. Este es todo sol y calor. Japón estaría más dominado por la sombra, como bien suscribiría Tanizaki. Por eso Van Gogh es el primer artista realmente globalizado, lo importante es lo que se lleva dentro estés donde estés. Su obra fue el resultado de una serie de condicionantes, de los que destacaría tres: primero su trabajo como marchante le permitió tener un gran bagaje pictórico; segundo el arte estaba de moda y era fácil coleccionarlo gracias a la impresión de estampas; y tercero la posición de su hermano Theo le permitió intuir la inminente revolución en el mundo del arte.
En la pintura de Vincent es importante recalcar que la locura le da un plus de interés, eso de conocer a la persona que hay detrás de la obra. Pero ¿Por qué la soledad del artista? ¿Por qué el dolor para sentirnos artistas?¿es necesario el dolor para crear? Todas estas respuestas las da van Gogh solo con ver uno de sus cuadros.La vida de Van Gogh fue apasionante, aunque él no lo percibiera así. Lo peor: no vender ni un cuadro en vida. Todo nos lleva a una conclusión: la historia de Van Gogh es la historia de la fatalidad del arte, incapaz de ayudarnos a sobrevivir. Su sufrimiento no era existencial, como pretende plasmar la película de Pialat, sino psíquico. Por eso todo intento de intelectualizar el sufrimiento de Van Gogh cae en saco roto. Fue el primer mártir de la pintura pero nunca el héroe que nos muestra la película de Minnelli, era más bien un tipo extraño e inadaptado, que aunque sus cartas son interesantes, uso la pintura como vía de escape con una pincelada valiente y desaforada, huelga decirlo. No era capaz de pararse a pintar detalladamente, pintaba deprisa porque, como el mismo decía, no sabia hacerlo de otro modo, cosa que por lo general es común en los artistas, quiero decir pintar con un estilo y no salir de ahí. Pero ¿por qué abandono Van Gogh la religión y el socialismo y no siguió la senda de otros autores más comprometidos? No tenemos una respuesta definitiva. Lo que si que es verdad es que no plasmo mundos o demonios interiores, que si soñó, sino que toda su obra es un rendido homenaje a la naturaleza: vegetaciones, maleza selvática, frondosidades, estos motivos son casi imposibles para la mayoría de los pintores. ¿Por donde empezar? se preguntaran la mayoría, acostumbrados a tener por lo menos una referencia solida, tridimensional. Para Van Gogh no era necesaria. Nadie las ha pintado (ni las pintara) como él, gracias a su histrionismo y, porque no decirlo, a su locura.
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