miércoles, 25 de diciembre de 2024

"La Sombra de Caravaggio"

 


Caravaggio tiene una pincelada redonda y acabada, con un regusto por el detallismo. "Lo divino es humano" como dirían los que se encuentran a la izquierda de Hegel, entre los que se encuentra, claro esta, el propio pintor. El film usa una estructura argumental que bebe de los clásicos, en especial de "Ciudadano Kane", alternando la vida del pintor a base de flashbacks con la de la investigación del emisario del Papa. El impresionante arranque de la trama parece sugerirnos que la vida de Caravaggio estuvo marcada por la violencia. Hay un doble juego por parte de La Iglesia: por una parte alaba las pinturas de Merisi pero a la vez las censura, un doble juego hipócrita. 
    En la película se nota la influencia de ciertos movimientos progresistas en boga hoy en día, como el movimiento LGTBI o el feminismo. A fin de cuentas la relación con la marquesa Colonna no esta muy definida historicamente y en la película la muestran como amatoria, además de remarcar las tendencias homosexuales del pintor; como por ejemplo cuando Michelangelo le pide al cardenal del Monte una espada a cambio de su protección, inconfundible símbolo fálico. Pero todo esto se nos muestra de una manera un tanto superficial, sin profundizar realmente en el dolor místico de Merisi. 
    La película cae un poco en cierta voluntad entre lo barroco y lo pompier; la fotografía esta bien, el guion esta bien, el montaje esta bien, pero le falta hondura. No analiza las razones por las que Caravaggio se convirtió en uno de los pintores favoritos de la Contrarreforma. Michele Placido, su director, es más un artesano que un artista, con una filmografía como director no demasiado destacable. A pesar de ser un film relativamente interesante no da ninguna pena al final la muerte por asesinato de este controvertido pintor. Sin duda habría hecho un mejor biopic Pasolini, con el cual Merisi muestra ciertas concomitancias, alejado de los tópicos y tramposos excesos sexuales de Placido. Una pena.

domingo, 8 de diciembre de 2024

Víctor Erice


Uno de los primeros trabajos en colaboración de Víctor Erice seria "Los Desafíos (1969)" producido por Elías Querejeta.  La primera historia, dirigida por Claudio Guerín, es una mezcla desenfadada entre una película de Antonioni y "Quien teme a Virginia Woolf" de Mike Nichols, ambas referencias relativamente recientes al estreno del film. Llama la atención la modernidad de la propuesta, en contraste con la mojigata censura de la época. La segunda historia tiene una concepción de las chicas americanas como más desinhibidas sexualmente que las autóctonas. Las historias van oscureciéndose progresivamente. El último desafío, dirigido por Erice, muestra simbólicamente una critica a la libertad sexual. 
       En el cine del director vasco siempre la imagen es sinónima de la memoria nostálgica. "El Espíritu de la Colmena" nos habla de un país que recupera su inocencia después de una cruda guerra. "El Sur" parte del hecho de que el cine para el padre de su protagonista es algo ya inalcanzable. En "El Sol del Membrillo" a pesar de que los rayos del sol mutan rapidamente merece la pena hacer el apunte, que en manos de Antonio López es de una gran belleza. A lo largo de la historia del cine se ha recurrido a la pintura, sobre todo en el cine histórico y de época, de manera más o menos implícita, pero en este film es más explicita, hasta el punto de que la tesis gira en torno a la creación pictórica, en una contemporaneidad donde la pintura, sobre todo la figurativa, ya no es tan importante. Eso si, el pintor manchego ha conseguido con el paso del tiempo desbancar entre el gran público a todos sus coetáneos. Es también una película sobre Madrid. Ambos films juegan con la idea del inexorable paso del tiempo, al igual que "Cerrar los ojos", que es un homenaje al cine, el cual no es solo memoria, sino también sentimiento, algo que da sentido a los protagonistas de esta película. Es más, no sabemos donde está el limite de la ficción para Julio Arenas. Miguel Garay es un trasunto del propio Erice, siempre humilde, a decir verdad, lo cual es de agradecer en estos tiempos en que el cine esta en crisis. Volver a Madrid es volver al pasado, a sus fantasmas. La narración tiene algo de policiaca, siempre hay algo que no vemos. Pero también es un viaje interior, una aventura autorreferencial donde parece que el propio Erice ajusta cuentas con su pasado artístico y vital, a pesar de que el ha intentado ser los más original posible. De aquí que cierta parte de la crítica la haya tachado de testamentaria, cosa que el cineasta se ha apresurado a negar. También es una película mas moderna que "El Sur" o "El Espíritu de la Colmena", ambas enmarcadas en un cierto clasicismo. Sin embargo en todas sus películas Erice hace un esfuerzo por mostrarnos cierta cotidianeidad, sin sobresaltos. A Erice le interesa lo humano, menos lo divino. Es "Cerrar los ojos" además una apuesta por la amistad, sobre como merece la pena retomar las viejas relaciones. La realidad y la ficción se mezclan, se confunden: "La mirada del Adiós" antes de "Cerrar los ojos", como bien señala la critica de Maria Ángeles Almacellas.  Lastima que este director no sea más prolífico, señal de que cada una de sus propuestas es laboriosa.

lunes, 15 de julio de 2024

"El Dorado" de Carlos Saura

A pesar de que "El Dorado" tiene resonancias shakesperianas el resultado es una obra bastante excepcional dentro del panorama español, más dado al ascetismo y a la austeridad en sus producciones. Esto viene dado quizá por el paisaje castellano en contraste con la frondosidad del rio Amazonas. Saura recurre a Wagner entre otros en la banda sonora quizá porque en aquella época aun no había muchos grupos de música antigua como los hay ahora (empezó a haberlos a mediados de los ochenta, alrededor del rodaje de la película). Por lo demás el guion es bastante bueno, escrito por el propio Saura, basado en una novela de Ramón J. Sender, aunque cae en el error de mostrar el asesinato del gobernador de forma muy repentina, al igual que sucede en "La Caza", donde la catarsis final empieza de manera abrupta. Este asesinato recuerda sin ninguna duda al del comienzo de "Julio Cesar" de Shakespeare. Además resulta llamativa la ingenuidad de los protagonistas que rodean a Aguirre que, aunque el hidalgo los va eliminando paulatinamente, piensan que con ellos hará una excepción. Uno espera encontrarse una película histórica y se encuentra con un villano de resonancias macberianas. "El Dorado" es una película política controvertida, tanto como el propio Felipe II. Estamos ante una de las películas más violentas de Saura, y por extensión del cine español. Eso si, Saura demuestra que es un excelente director coral como siempre.
    Por lo demás el oro era para los españoles algo más que una manera de hacer monedas o un adorno; el oro era algo noble, era algo casi sagrado. Lope de Aguirre sigue los pasos de Hernán Cortes; tomar el mando y desobedecer las ordenes que venían desde Europa, creando en las Américas un estado propio. Solo que Aguirre es un personajes más mezquino, un asesino que no parará hasta ver cumplido sus objetivos, hasta el punto de asesinar a su propia hija. El film toma entonces esa deriva fatalista, fatalidad que viene anunciada desde el principio con la zozobra de una de las embarcaciones. Y la música de Wagner, adaptada por Alejandro Massó, ayuda a dar ese tono de tragedia.
     Quien no conozca la Historia puede parecerle muy oscura esta película, pero en aquella época la violencia, la traición y el asesinato estaban a la orden del día, promovida por unos conquistadores que no tenían limites para su ambición; los imperios se construyen sobre la sangre de los hombres. Se abrió entonces la caja de los truenos de la Edad Moderna, una caja de los truenos que ya venia de la Edad Media. Es por tanto una alegoría sobre la responsabilidad de nuestros actos.
     Prefiero mucho más esta versión de la historia (que a mi entender ha ganado con el tiempo) que la de Herzog, mucho más modesta y minimalista en sus pretensiones. Por lo general la primera hora es la más interesante, hasta la muerte de Pedro de Ursúa. ¿Eran los conquistadores unos héroes? Corramos un tupido velo. Y dejemos solo entrever que esta película nos habla en el fondo de la liberación de Latinoamérica. Pero no todo fue negativo durante la conquista; hubo un intercambio cultural y comercial que enriqueció la gastronomía, la música, etc...Un "mar de encuentros", cosa que no se ve reflejada para nada en esta película, demasiada maniquea. 




viernes, 3 de mayo de 2024

Copying Beethoven


 El relato esta narrado desde el punto de vista de una pupila hacia un maestro: Beethoven. Por lo tanto esta bajo el enfoque de la admiración, lo que le permite a él tomarse varias licencias. También es un reflejo del gran progreso de aquellos tiempos en lo artístico, en lo científico, incluso en lo social, porque aunque la época de Beethoven seguía siendo estamental (como vemos muy bien en esa acertada escena del beso en la mano del obispo o en el hecho, no contemplado en la película, de que el músico fuera rechazado por las damas de la nobleza por plebeyo) hay cierto avance, ya que la protagonista es hija de un minero que lo ha sacrificado todo para poder estudiar a su hija, cosa en otra época impensable, pero de dudosa veracidad, ya que el personaje de Anna Holtz es en realidad inventado.
    Después la historia se mueve por el terreno de la ambigüedad, porque la relación entre ellos no está muy definida, aunque gana pulso cuando los dos hablan de música y comparten sus experiencias artísticas, como cuando Beethoven le dicta una composición sin tonalidad, adelantándose a la atonalidad que alcanzaría su culmen bastante más adelante en el tiempo con Schoenberg; por eso se dice que justo después de su muerte hubo un retroceso, claro que el compositor estuvo en una evolución constante a lo largo de su vida, marcando a fuego para siempre el camino a seguir de la música romántica. Por lo demás la película se mueve en el terreno del cliché más tópico, aunque en ocasiones con ciertos intenciones poéticas, como la muerte del genio nada más arrancar el film. 
    Al final a uno le queda la sensación de haber asistido a un enfoque muy parcial y subjetivo de la vida del compositor, mucho más inmenso de lo que se nos narra aquí. Contaba Goethe que cuando le conoció se llevo una decepción; y es que Beethoven era un personaje más raro y asocial que el que interpreta Ed Harris, más excéntrico en su interpretación que huraño. 

miércoles, 13 de marzo de 2024

"La Llegada" de Denis Villeneuve

Si no fuera por la piedra Rosetta nunca se habría descifrado el lenguaje egipcio, por lo que más dudoso seria que una lingüista humana pudiera descifrar esos signos aun más extraños que expulsan los hectápodos; acertadamente se nombra a Fibonacci como puente de comunicación, las matemáticas son universales, pero en este caso sirven de poco. Es a partir de ese momento, justo cuando empiezan a descifrar los signos cuando la película patina, mostrándonos elipsis y omisiones donde no debería haberlas. Ignoramos completamente como ha sido el proceso que ha hecho descifrar a la protagonista el símbolo (o frase) obtener arma. Tampoco sabremos al final cual es el motivo exacto de la visita de los alienígenas, aunque podemos deducir que algo malo sucederá en el futuro, tal vez su destrucción.
    La capacidad de ver el futuro ya estaba presente en "Ubik" de Philip K. Dick. Es la única diferencia que tenemos con respecto a los hectápodos, ya que estos entienden la ley de causa y efecto como nosotros. Pero esta película nos pone en contacto más que con los extraterrestres con nuestra mortalidad; uno acepta vivir la vida aun conociendo su destino final, la muerte es universal, cuanto más inteligente seamos más nos afecta. Se diría que la Dr. Louise decide tener a su hija a pesar de todo en agradecimiento a la amistad de los alienígenas, como si la muerte fuera oscuramente una forma de comunicación, una puesta en común. En la capacidad de conocer el futuro hay algo, y mucho, de predestinación, y es con esta idea con la que juega la cinta. La película comienza con un flash-forward a pesar de que el espectador no lo sabe. Es en este terreno donde el film es un poco ambiguo y confuso.
    Por lo demás los hectápodos (neologismo en el que incurre el film) son una especie de pulpos, y como tales se mueven en un ambiente neblinoso, bastante húmedo, practicamente acuático, como bien comprueba la protagonista. De ahí que se aíslen del mundo de los humanos con una especie de cristal protector., 
    Por lo demás la gente obsesionada con estos temas suele ser gente inteligente, pero busca estos ámbitos huyendo de la monotonía de sus vidas. Ya en el mismo cine de Villeneuve lo extraño y lo épico se entremezclan.

jueves, 24 de agosto de 2023

Richard Harris, actor de culto

Richard Harris es uno de los mejores actores no solo de la historia del cine ingles, sino del cine mundial. Empezó haciendo cine de autor ("El Ingenuo Salvaje(1963)",Desierto Rojo(1964)") para dar después el salto a Hollywood a lo grande. En "Cromwell(1970)" Ken Hughes dirige esta epopeya política en una de las épocas más espirituales del pasado siglo, a caballo entre dos décadas: los idealistas sesenta y los desencantados y contestatarios setenta. Hughes quiere dar a la religión un puesto en el conflicto de esta película, pero la grandeza de este film reside más que en una lucha religiosa en una batalla entre el absolutismo y la democracia. Puede parecer por esto anacrónica pero no lo es; fue rodada en un tiempo en que todo se replanteaba especialmente, como el Mayo del 68, que a la postre serviría para reforzar la democracia.
En el siglo XVII existían diferencias religiosas en Gran Bretaña pero estas, como bien confirmó la inmediatamente posterior Guerra de los Treinta Años, eran secundarias en la lucha por el poder. Al final la libertad parlamentaria desembocaría en una dictadura, ironía esta que marcaría la posterior historia de Europa, como señala el historiador español Ruiz-Domènec. Para John Milton la ejecución del rey fue innecesaria, cosa que el film recalca al mostrarnos un rey bastante humanizado; pero por lo general la película pretende ser imparcial en el reflejo de los hechos, porque, como bien sabe Hughes, podemos juzgar la Historia pero hasta cierto punto, ya que la época de Cromwell no es la nuestra y existía otra mentalidad. Quizá la única pega de la película es que apenas sale del ámbito político, sin profundizar en otras esferas como la personal o la social, sus personajes son un poco unidimensionales. Aquí nos encontramos con un Harris más contenido.
   Otra de mis favoritas de Harris es "El Hombre de una Tierra Salvaje(1971)", narración de una historia real que se convierte en leyenda. Asistimos sorprendidos a una expedición que acarrea un barco en mitad del noroeste americano, es decir, una caterva de locos en mitad de la nada. Porque ¿no es acaso la vida una aventura que merece la pena ser vivida? Estamos ante un western claramente poético. Pero no todo es paz. Su protagonista, extirpado de un mundo civilizado donde tiene gran peso la religión, encuentra sentido a la vida en un mundo violento plagado de fuerzas, algunas físicas y otras espirituales; estas últimas serán las que más influyan en el destino y la psicología de los personajes. Los indios viven integrados con la naturaleza, al igual que los animales, la nieve o el frio. Zachary Bass acepta este hecho, el que los hombres somos parte del azaroso pero bello universo, cuando ve al niño indio nacer. En ese instante recuerda que el también tiene una hija, sus recuerdos (a base de flashbacks) son los que lo motivan a seguir. Esta fortaleza por parte del protagonista es confirmada por el jefe de la tribu india atacante, que no duda en elogiar a Harris: el jefe indio habla en su propio idioma, pero no es difícil dilucidar lo que está diciendo. La gran fortaleza y valentía de Bass es lo que ha producido admiración en los indios y es lo que precisamente le ha salvado. No sabemos al final que pasara con estos hombres, si sobrevivirán o serán aniquilados; pero lo importante es que al estar allí en ese preciso momento han alcanzado la gloria. Por lo demás destacar el gran trabajo de iluminación y fotografía del excepcional Gerry Fisher y también el que esta película parece dirigida por el propio John Huston, el cual sabia imprimir a sus trabajos ese mismo aliento poético que tiene este film.
    Ya a las puertas de los 90s y después de interpretar una serie de películas que no le convencieron Harris tiene su gran oportunidad de renacer con "El Prado(1990)" de Jim Sheridan. El personaje de Toro, mas que un personaje reaccionario representa a la vieja Irlanda, esa Irlanda que no quiere ver que el progreso ya esta aquí, que es incapaz de adaptarse a los nuevos tiempos. Toro es un personaje que se ve arrastrado por sus instintos animales cuando algo le contraviene, algo que ya habíamos visto en "El ingenuo salvaje". Esa inadaptación inevitablemente termina en tragedia. La vieja Irlanda muere, pero a un precio traumático. A pesar de contrariar al director, que quería un personaje más plano, Harris sabe darle un aura sentimental a mayores, lo que le da una mayor complejidad. Y es que el irlandés es uno de los grandes sentimentales del cine, no se queda en medias tintas, sabe dar a sus papeles empuje y profundidad.  

viernes, 21 de julio de 2023

Paul Schrader, el último existencialista

Para Paul Schrader es fundamental el hecho de que el cine es tan bueno para expresar ideas como cualquier otro medio artístico o filosófico. Formalmente es un clásico, pero las ideas que hay detrás de sus trabajos son modernas. En algunas películas hay un contraste generacional entre lo antiguo y lo moderno (véase Yakuza, El Placer de los extraños). Pero también hay un contraste entre el sexo y la religión, fuerzas ontologicamente antagónicas para el cineasta cuyo contraste son el motor de sus obsesiones, como vemos plasmado en la psicología de los personajes de "Hardcore: Un mundo oculto". Sin embargo "Taxi Driver" no es tan profunda como la pintan, a pesar de todo el rollo religioso que tiene detrás (en este sentido la catarsis final estaría más justificada en la sin embargo demasiado optimista y osada "Posibilidad de Escape"), aunque está claro que es fruto del desencanto de los 70, "Yakuza" es una americanada (ya me entienden: japos matándose con catanas, etc) y "Hardcore: Un mundo oculto" y "American Gigolo" no están muy logradas (no ponen nada cachondo al personal). Sin lugar a dudas esta búsqueda existencialista elimina cualquier vestigio de erotismo. Además como reina la tensión extrema sus personajes dejan un regusto amargo. Es un cine tanto de ideas como de personajes, que algunos de ellos, acorde con lo intrincado y oscuro de las situaciones que viven, toman drogas. De aquí que su autor tome cierta identificación con estos caracteres, ya que el mismo Schrader las tomaba. Incluso algunos hacen ejercicio, practican el culto al cuerpo. A diferencia de sus admirados Bresson o Dreyer la trama, siempre fácil de seguir, y nunca demasiado enrevesada, es psicológica. De todos modos Schrader no es tan buen director como otros de su época, como Scorsese o Coppola, aunque si uno de los mejores guionistas de su generación.
    Volvamos a "Yakuza", para la que hizo el guion. Esta claro que la sociedad japonesa es compleja, cuyos códigos de conducta escapan a un occidental. De ahí que la película, a pesar de que es ante todo una historia de amistad, sea psicologicamente (ya no digamos sociologicamente) bastante tópica.
    "American Gigolo" (1980), ambientada en una especie de paraíso californiano, es bastante mas original en mostrar el universo de la prostitución de alto standing, en este caso masculina. Atrás queda ya el pesimismo ambiental de la década pasada. Las mujeres, a pesar de que engañan a sus maridos, son mostradas como seres indefensos y en absoluto egoístas. Las mueve más que el erotismo un profundo sentimiento de soledad. Este sentimiento no desaparece con la madurez, sino que se incrementa con la edad. Richard Gere sabe tratarlas con elegancia, es algo más que un simple juguete para ellas; en especial para Michelle, su partenaire. Un gigolo con un cierto sentido de la ética, que pone en tela de juicio algunas de las leyes morales impuestas por los hombres y las sociedades. Por tanto vemos aquí un conflicto entre ética y moral, más interesante que la propia trama policial. En esta película además el atrezzo es un reflejo de la psicología de los personajes, recurso un poco retórico pero efectivo en este caso. De todos modos sobrevuela cierto aire de tristeza: Julian a pesar de su profesión y de todos sus problemas quiere amar y ser amado.    
    En "Mishima: Una vida en cuatro capítulos"(1985) el minimalismo musical de Phillip Glass se corresponde con el minimalismo no tanto de la obra de Mishima como la del arte japonés que la encuadra. Un film, de los más ambiciosos que ha rodado, que pretende ante todo alumbrar las claves principales del trabajo del escritor japonés, dividido en cuatro partes unidas por un hilo principal, a base de flashbacks en blanco y negro. La segunda parte, titulada "Arte", parece sugerir que no hay belleza mayor que el culto al cuerpo, más placentero este incluso que el sexo. En definitiva Schrader esta interesado en la obra de Mishima porque, al menos para el, es el escritor japonés más existencialista, el que más se interroga implicitamente por el sentido de la realidad, y por lo tanto con el que tiene más afinidad.
    Tres años después Schrader vuelve a sorprender con el guion de "La Última Tentación de Cristo"(1988) dirigida por Scorsese. Esta película mas que ninguna otra obra de Schrader nos asombra por su espiritualidad y por un guion que es una versión más moderna de los Evangelios, uno de los puntos fuertes de este trabajo. El escritor y periodista Vicente Verdú sostiene que no es ahora tiempo de filosofías profundas pero discrepo de esta opinión: un visionado de este film es más necesario ahora que nunca, sobre todo en esta época de atosigante consumismo. Aquí nos volvemos a encontrar esa dicotomía entre sexo y religión, entre carne y espíritu, como bien señala Kazantzakis en el prólogo. Jesús no es sino una universalización en parte del judaísmo, fenómeno del cual pondría su piedra angular la adopción de la fe cristiana trescientos años después por el imperio romano. Una religión que ha ocupado nuestras profundidades para nosotros los europeos, como bien señala el filósofo Emil Cioran. Y es que de los sitios más inhóspitos (el desierto en este caso) surgen las religiones más profundas. 
    "La Última Tentación..." es tan poética como otras adaptaciones de la vida de Cristo, como puede ser "El Evangelio según San Mateo" de Pasolini, pero aquí todo resulta muy natural, tanto a nivel físico como psicológico. Jesús es un hombre más, con sus deseos y sus pecados, lo puedes tocar, notar su fisicidad. Para Schrader creer es estar abierto a cualquier posibilidad, abierto a cualquier milagro, lo que hace que veamos, entre otras cosas, la curación de la oreja de Malco. O crees (y esto implica ir más allá de la propia cotidianidad) o no crees. Pero esta fe o creencia no implica necesariamente el estar adscrito a alguna religión ya que lo más importante es lo trascendente en si, como bien demuestra en su tesis "El Estilo Trascendental". Ya los teólogos han interpretado con razón la Biblia con un sentido metafórico; Jesús es el inicio, junto con los griegos, de nuestra civilización. Schrader es un existencialista cristiano: al final de tanto dolor y desesperación surge la creencia en Dios. Pero ¿de que tiene miedo Jesús? A fin de cuentas de iniciar un camino, el cual no es otro sino el de la purificación, de aceptar su lado divino.
      Otra de mis películas favoritas de Schrader es "Aflicción"(1997) en la que parece sugerir que rebelarnos contra las circunstancias no nos sirve de nada; los vínculos sanguíneos solo generan culpabilidad. Estamos ante una película única en su género y en la historia del cine, tal vez la mejor de Schrader. Ninguna otra película muestra de esta manera el sadismo al que pueden llegar las relaciones sociales y el vía crucis al que esta sometido el protagonista. Ni siquiera vivir en un entorno natural es edificante. Y es que el director norteamericano es un director de obsesiones. El dolor, la desesperación, la muerte, son constantes en su obra, una obra de resonancias existencialistas: el sufrimiento nos esculpe. Esta película esta en las antípodas de "La Costa de los Mosquitos" en su visión del padre. En "Aflicción" el padre es castrador mientras que en aquella es un homenaje a la figura paternal donde lo extraño y lo entrañable conviven. Pero a fin de cuentas para Schrader esta figura es positiva y no dudara en dedicarle su tesis doctoral.

sábado, 6 de mayo de 2023

Como son las Telenovelas Latinas

 Las telenovelas latinas son un batiburrillo de diversos géneros: novela romántica, comedia costumbrista, thriller policiaco, etc... Siempre giran en torno a una pareja de amantes protagonista, a la cual las circunstancias hacen separarse para más tarde volver a rejuntarse y vuelta a empezar. Suele haber uno o dos antagonistas principales. Siempre hay algo que los diversos personajes saben mientras que otros lo ignoran, se van desgranando poco a poco, pero eso si, a un problema sucede otro, a una subtrama sucede otra. Los guionistas suelen preocuparse de que todos los personajes estén logrados, tengan personalidad y no resulten planos. Suelen ser de corte conservador (nunca veras a nadie abortar, tomar drogas, criticar el imperialismo norteamericano, etc) aunque pueden tener reivindicaciones sociales (como el amor entre personas de distinta clase social o el movimiento LGTBI por ejemplo), y es obligado el happy-end. Siempre hay una o varias piezas musícales que funcionan como un leitmotiv, relacionado con la pareja protagonista o con los antagonistas. Es un universo limitado y laberintico que vuelve sobre si mismo, no es de extrañar ver los planos de situación de los lugares donde habitan y conviven sus protagonistas: casas y hogares, negocios, hoteles, bancos, etc. Siempre retornan y se repiten estas secuencias en infinitas combinaciones.
    Antaño las telenovelas eran más melosas, en el sentido en que los personajes hablaban entre ellos de sus sentimientos sin ningún rubor, hablaban de como era su amor hacia sus parejas. Hoy en día resulta pesado, aunque siempre lo fue, haciendo los deleites del publico mas sensible y cursi. De aquí a un tiempo se ha corregido, dándole a las historias mayor ritmo, aunque esto ha hecho curiosamente derivarlas mas hacia el suspense.
    No es raro ver personajes que nos resulten simpáticos, incluso pueden serlo los mismos antagonistas por muy malhechores que sean; la sombra de Cantinflas es alargada. Después esta esa contraposición entre el galán, impoluto en sus sentimientos, y el villano, falso e hipócrita. A fin de cuentas y algo común en el arte moderno, siempre hay que introducir un elemento cruel (aunque aquí hasta cierto limite) por muy melosas que las telenovelas sean. Pero ¿porqué verlas si es un genero fácil? porque como decía un crítico con razón hay que ver más películas y cuanto más malas mejor.

martes, 28 de febrero de 2023

"Todas las mañanas del mundo(1991)" de Alain Corneau


La viola da gamba de Monsieur de Sainte-Colombe y de Marin Marais descansa mucho en los bajos, lo mismo que el ritmo de esta película, de gran gravedad. Hay un contraste entre la vida de Sainte-Colombe y sus hijas, que viven en armonía con la naturaleza, con la que aspira Marais en la corte, más ambiciosa, mundana y vulgar pero a la vez más genuinamente barroca, complicada y esplendorosa; como el propio Marais, a diferencia de su maestro, que vive anclado en el pasado, el cual le ha llevado a vivir una vida sencilla: "Mis amigos son mis recuerdos" como bien diría él. Vemos este contraste en los conciertos que dan Sainte-Colombe y sus hijas entre el ascetismo de los jansenistas y la pomposidad de los cortesanos del rey. Monsieur de Sainte-Colombe no sabe mucho de lo mundano (no lee) ni quiere saber. Y es que la búsqueda del arte le ha llevado a un minimalismo vital, a vivir en el campo alejado de la civilización. Arte, naturaleza y religión son lo mismo para el.
     La película nos habla por tanto de las relaciones entre el arte y la vida, entre el sensualismo de la música y el sensualismo del amor, de la ontología de ser músico. Es una película feminista que denuncia como las mujeres, a pesar de saber tanto de música como los hombres, nunca llegan a maestras de capilla. También nos habla de la relación entre alumno y maestro. El sonido de la viola nos habla de esta relación, de esta lucha interior, que desemboca en el nacimiento e introducción del sentimiento musical en la corte francesa, hasta ese momento caracterizada por una cierta pomposidad y frivolidad. Marais entraría como violagambista y fundaría lo que después se llamaría "El Imperio de la Viola" en la corte francesa de Luis XIV. En esta época la viola da gamba esta muy de moda en Francia, a diferencia de Italia, donde apenas cobraría protagonismo, para dar paso más adelante al más rotundo sonido del violoncelo, más propio este de participar en un concierto, a diferencia de la viola, que quedaría relegada a música de cámara. 
    En realidad y a diferencia de la película Monsieur de Sainte-Colombe estaba encantado con su alumno Marin Marais, y más que exaltado era de carácter tímido y retraído. Fue una relación breve en el tiempo pero trascendente para los dos. No fue el único pupilo que después se haría popular. A pesar de todo para Pascal Quignard plasmar este argumento conllevo aislarse completamente del mundo en su casa de campo, llegando incluso a cortar literalmente el cable telefónico. Quignard parece sugerir que el pasado es un inconmensurable dolor provocado por la nostalgia, y que la mejor manera de revivir y expresar ese dolor es mediante el consuelo de la música, pero esta no puede salvarnos del todo de la desesperación, la enfermedad y la muerte. Sin lugar a dudas esta es su obra maestra con la que todo músico soñaría escribir. Respecto a Corneau es su trabajo más destacable, junto a su trilogía de serie negra con Yves Montand.

lunes, 19 de septiembre de 2022

"Ordet" de Dreyer

Magistral adaptación, "Ordet" se ve como un rayo de luz sobre toda la hipocresía del mundo. Este film nos habla de la crisis de fe dentro de una familia, de la secularización de sus creencias. Johanes representa al hombre que a dado el salto religioso, pero para los demás que viven en el mundo de lo ético, de lo útil y de la razón Johanes no es más que un loco. Pero todo conduce al milagro final, que no es otro que creer en lo que no vemos, y ese algo es el amor. Sin embargo Dreyer aspiraba de forma paradójica con esta película a ser un punto de referencia más artístico que religioso. Porque a fin de cuentas ¿ que es sino la religión sino una forma de intentar abrazar, de aprehender lo absoluto de ese océano, esa "cosa en si" inescrutable de la que hablaba Kant? Un imposible. No hay otra manera de expresar mejor lo que es el amor que un acto artístico, un gesto que nos diga de una vez por todas que estamos vivos.
    "Ordet" es una película completamente moderna que no ha envejecido nada con los años. A destacar el contraste entre planos de situación, generales y fríos, y los interiores acogedores y cotidianos, acompasados estos de transparentes movimientos de cámara. Además la disposición de los interiores es teatral, con cierta frontalidad, una frontalidad que sería más exagerada en "Gertrud(1964)". Dreyer aspiró a hacer la película perfecta, al igual que la vida de sus protagonistas, todo muy acorde con el espíritu del protestantismo, pero estamos ante una película en la que pesa más la psicología de los personajes que cualquier idiosincrasia religiosa. Solo el final es puramente religioso, el final de un camino, como la vida misma. Es un final también netamente terrenal porque a fin de cuentas la idea de la inmortalidad del alma es más humana que grandiosa, sobre todo en estos tiempos en los que la Biblia ha dejado de ser una obsesión para convertirse en una especie de lejana compañera que a veces no vemos pero que sabemos que esta ahí, acompañándonos en la distancia. Al ser el alma inmortal, al caer en la eternidad, el tiempo carece de sentido, el tiempo se para, al igual que las manecillas del reloj al final de la película. En "Ordet" no hay personajes crueles, la única crueldad en todo caso seria la de Dios, que permite la muerte del hijo de Inger, que provoca la locura de Johanes, pero esto es inaprensible para sus protagonistas, más atados a la realidad circundante. Hay una dicotomía entre lo ateo y lo religioso, pero al final Dios no es cruel.

domingo, 12 de junio de 2022

Éric Rohmer

Por lo general los personajes de Rohmer no tienen auténticos problemas, sino que se los crean ellos mismos para evitar el tedio, algo que es común en casi todos los films de la "Nouvelle Vague". Hay algunas excepciones, que para mi se encuentran entre lo mejor de su filmografía, ya que al ser más serias ganan en dramatismo, como "El amor después del mediodía" o "La inglesa y el duque". En la primera, ambientada en los primeros setenta, época de crispación e inadaptación, nunca sabremos cual será el destino de Chloé después de ser abandonada y eso (bien lo sabia Rohmer) es terrible, sobre todo después de que el guión se preocupara por construirle un pasado, una vida. Fréderic es incapaz de romper con la seguridad de los convencionalismos. Eso unido a un sincero amor por su mujer explica su cambio de actitud. La película tiene algo de visionaria y no ha envejecido con el tiempo.
    En muchos de sus films el arranque carece de suficiente fuerza; quiero decir que nos introducimos en un día más de sus protagonistas, cuando se levantan para ir a trabajar o empiezan sus vacaciones. A algunos esto puede echarles para atrás ya que es un comienzo demasiado realista, demasiado estéril. Pero con la historia se le da completamente la vuelta a la tortilla. Lo que no es más que un capricho se convierte en un auténtico motivo para vivir. Se podría decir de Rohmer que es realista, que lima la ficción, pero no tanto como para caer en el documentalismo. El realismo y la objetividad como medio, como paleta pictórica, no como fin.
    En el cortometraje "La Panadera de Monceau(1962)" la elección de los actores es natural, especialmente las actrices; Sylvie es la clásica burguesa y la panadera es el prototipo de la dependienta joven, tímida y dulce. De los seis cuentos morales cuatro(los largometrajes) son obras maestras. Después Rohmer entraría en los años ochenta con una serie de películas buenas, aunque un poco monocordes entre si. Son las "Comedias y Proverbios".
    Rohmer es el más discreto de los directores de la "Nouvelle Vague"; su obra es un constante interrogarse sobre la realidad y las relaciones humanas, vistas estas no desde su lado más crudo, casi siempre amables, pero desencantadas, fruto de la inseguridad de sus protagonistas. Pero todas coinciden en una cosa: la búsqueda del amor. Esta busqueda es explicita en "Los Cuentos Morales" donde el protagonista masculino salta de la mujer A a la mujer B para al final volver a la mujer A.

martes, 31 de mayo de 2022

El Pacto (2021) de Bille August


Se le ha reprochado a Karen Blixen ser supremacista, pero sus inolvidables recuerdos de África son irreprochables. Después de muchos años me reencuentro con Bille August, un cineasta clásico, quizá algo academicista, pero que sabe hacer girar los resortes del melodrama. "El Pacto" última película de este autentico discípulo de Bergman me recuerda a filmes como "Infiel" o "Encuentros Privados" de 
 Liv Ullmann, donde las relaciones amorosas pasan del rosa al negro. Pero ya no nos encontramos con personajes decimonónicos (véase "Gritos y Susurros") sino con personajes enteramente modernos, plenamente inmersos en el siglo XX.
    Hay muchas referencias en torno a este film: una, como bien ha señalado un critico podría ser "El Crepúsculo de los Dioses" de Billy Wilder, un autentico crepúsculo para la escritora, tanto vital como social, pero a mi me parece más acertada en lo que respecta a la trama a "Las Amistades Peligrosas" de Stephen Frears, sobre todo por ese comienzo de la mujer vampiro mirándose en el espejo, no muy alejada espiritualmente de los cuadros de Munch. El personaje de Karen Blixen, protagonizado por Birthe Neumann, guarda un indiscutible parecido con la autentica escritora, mientras que Simon Bennebjerg, a pesar de que le sigue el juego es un poco inexpresivo, demasiado anodino. No sabemos hasta que punto la escritora esta enamorada de él.
    Por lo demás en el entramado que hay entre los personajes principales (el pacto como lo llama Karen) está la gran mentira de este film, donde oímos chirriar más sus goznes, pero esto da paso a un ejercicio de poder autodestructivo que es donde reside lo más interesante. A pesar de que el tema es en líneas generales melodramático reina demasiado la claridad en sus exteriores, no vemos un solo día nublado, a pesar de encontrarnos en el norte de Europa, da la sensación de que siempre es verano. Esto lo hereda August de Bergman, que siempre hacia los rodajes en el estío, pero aquí es indudablemente un equivoco. Además reina demasiado el esteticismo en la puesta en escena, un rasgo original de August, que hace que la película no huela. Por eso lo más interesante sean ciertos guiños de guión, una adaptación de las memorias del propio Thorkild. La conclusión viendo este film y rastreando sus influencias es que toda la cultura nórdica (y por extensión la europea) está relacionada entre si de manera no solo intima sino también intimista. La película parece sugerir que todos nacemos con un pasado, y el dolor provocado por su recuerdo es inextinguible y nos transforma, tanto para bien como para mal.

miércoles, 18 de agosto de 2021

"Guerra y Paz" de León Tolstói

Para la gente de la nobleza rusa Napoleón era un símbolo de una revolución que comprenden pero que no comparten. ¿Cuál es el atractivo de una historia que ya conocemos? Pues que tiene el pulso de dos grandes genios cara a cara: Tolstói y Napoleón. Tolstói el dios, el narrador omnisciente, el poeta homérico. Napoleón el azote de Europa. "Guerra y Paz" es una ficción basada en hechos históricos, y como tal, pretende ser más real que la propia Historia, pero al final esta sobrevuela como un pájaro enorme arrojando su sombra sobre todos los personajes. Ni que decir tiene que la novela mezcla personajes reales con ficticios consiguiendo un resultado de cimientos sólidos y creíbles: entre los reales se encuentra al general ruso Kutúzov, que se enfrento a Napoleón en Rusia, el príncipe Bagratión, herido mortalmente en la batalla de Borodino, o el secretario de estado Mijail Speranski llamado "el padre del liberalismo ruso". Pero ¿porqué leer una novela sobre aquella época en vez de un libro de historia?¿que nos aporta? Porque gracias a la novela accedemos a las interioridades de las gentes de aquellos tiempos, en cierto sentido "Guerra y Paz" es más real que la propia realidad.
     Vemos que rusos y franceses, no están tan alejados unos de otros, ya que la cultura rusa del siglo XIX es sabido que había estado muy influida por las modas francesas, que alcanzaron su máximo esplendor en la era napoleónica. El hecho de que se hable en francés es sintomático de los nuevos tiempos que corren, tiempos revolucionarios y progresistas. Pero nadie, independientemente de su clase social, se libra de participar en la guerra como combatiente, excepto los mujeres por supuesto.  En la paz estas llevan un gran protagonismo mientras que durante la guerra desaparecen, aunque están presentes de forma implícita ya que lo que pasa en la vida militar es en parte fruto de los tejemanejes, intereses y complots de las féminas, mucho más capacitadas que los hombres para el desenvolvimiento social, como la encantadora Natasha, de la que todos se enamoran. También asistimos a la integración en el estamento militar de la nobleza, con lo cual podemos asistir, y Tolstoi no lo disimula, a la completa subordinación de esta al emperador ruso, primer indicio de su desaparición, como pasaría con otras potencias europeas.
    Quizás el inconveniente de esta novela y por la que ha envejecido con el tiempo es que da una visión muy idealizada, romántica e incluso algo liberal de la guerra y del estamento militar, hace de la guerra un espectáculo, lo que esta  muy alejado de la visión moderna y pesimista que hoy tenemos, dada por artistas como Goya o Stanley Kubrick entre otros muchos. Tolstói parece estar dando la razón a la provocadora frase del militar prusiano Carl von Clausewitz: "la guerra es la continuación de la política por otros medios". La guerra y la paz se complementan porque no debemos de perder de vista que la protagonista es la Historia por encima de sus protagonistas. Tolstoi también es psicólogo, y muestra, ya en la paz, cierto desencanto en las relaciones humanas. La paz tampoco es exactamente el paraíso.
    Pero ¿puede un solo hombre cambiar la Historia?¿o son más importantes los movimientos sociales para modificar esta? En el caso de Napoleón estaríamos  ante uno de esos pocos casos en los que entramos en dudas, ya que después de el Europa no volvería a ser la misma: el genio militar al servicio de la Revolución, ese "espíritu del mundo" como decía Hegel, que ya de paso sostendría la tesis de este de "la Fin de L'Histoire".
    Por lo demás el argumento de fondo de esta novela es ya conocido por todos, un factor que juega en contra, sobre todo en una obra de más de mil páginas. Pero Tolstói sale triunfante, porque el mayor encanto de esta novela es sencillamente el poder de su ritmo narrativo, que refleja una constante sucesión del tiempo, otro de los grandes protagonistas de esta obra; el paso del tiempo y la sucesión de las circunstancias puede de manera paradójica rejuvenecernos en vez de envejecernos. También "Guerra y Paz" está embebida de esa filosofía cristiana sencilla y vital tan cara al escritor, y que desarrollaría con más profundidad en obras tardías como "El Camino de la Vida".

Michel Houellebecq

Los trabajos de este escritor son siempre el resultado de rellenar una carencia, un espacio que no había sido transitado por el resto de los escritores: la bioquímica, el turismo, el terrorismo, etc...Temas de candente actualidad pero que no habían sido lo suficientemente ficcionalizados. "Plataforma" tiene una estructura circular: empieza y acaba con un asesinato. En esta novela la mujeres más sabias son las prostitutas tailandesas. Houellebecq hace burla de la sociedad de consumo; efectivamente parece que el refugio espiritual que le queda al hombre occidental es el burdo materialismo, como si Nietzsche o el existencialismo, por poner dos ejemplos, hubieran quedados desfasados ante esta opaca realidad. Como bien expresa el escritor en sus obras él no cree que el comunismo funcione, pero esta completamente desencantado del capitalismo y de la democracia. La única postura que nos queda: el cinismo, o por lo menos la ironía como forma de supervivencia. Porque a fin de cuentas ¿no estamos ante una fría mecanización de las relaciones humanas, las personas objetos de usar y tirar, como parecen reflejar las fotografías de Jed en "El Mapa y el Territorio"? Houellebecq habla de las relaciones humanas con la precisión de un entomólogo, va desgranando cada uno de los mitos capitalistas: el turismo, el ocio, los mass media, etc, para mostrarnos que a pesar de todo no son nada, son meros espejismos consumistas. Ni siquiera el sexo es satisfactorio en su totalidad, es también otro producto de mercado. Y es que podríamos decir que el escritor francés seria una especie de bon-vivant frustrado. Ni siquiera el dinero le parece importante.
     A Houellebecq no le interesa tanto la filosofía como la sabiduría, si es que existe, ya que todo lo nihiliza con una prosa propia de un grupo de punk. Pero a pesar de todos sus excesos pornográficos, pesimistas o politicamente incorrectos más que como un escritor o un sabio lo veo como un amigo, de esos que te llevan de la mano y te muestran las verdades de la vida. Porque no debemos olvidar que él es el provocador del siglo XXI, en la linea de continuación de Voltaire, Baudelaire y Sartre. Por eso da la sensación de que no es demasiado original, como si ya nos sonara antes de conocerlo. Como decía Adorno:"Lo nuevo es la identificación de lo no idéntico". Houellebecq es exactamente lo que parece ser.         De todos modos hay cierto victimismo en su obra, injustificado quizá porque este hace sombra y ahoga a las verdaderas victimas de las circunstancias sociales. Pero, a pesar de sus excesos y provocaciones, el no deja de ser un ladrillo más de esa gran catedral que llamamos mundo, sociedad.
    

miércoles, 5 de mayo de 2021

Goya: luz y sombra

Se ha especulado sobre si Goya no era en el fondo sino una persona llana, un campesino. Esta hipótesis viene apoyada por el hecho de que no dejo ninguna obra escrita, aparte de su correspondencia. Pero viendo su pintura esta claro que estamos ante un personaje complejo. Goya es uno de los primeros pintores en tener gustos y aficiones propiamente burguesas, como la comida, la bebida, la caza, la moda, etc. Pero este carácter de bon-vivant se vera truncado por la enfermedad y la locura que le provocara la sordera. Sobre si es el verdadero autor de las pinturas negras esta claro que estas tienen un antecedente en el cuadro "Los Fusilamientos del 3 de Mayo", una de las obras artísticas más inquietantes sobre la violencia política. Seria raro que fuera otro pintor el autor de las pinturas, ya que de ser así este no nos ha dejado ninguna otra obra a la altura de estas. Pero las pinturas negras se debieron hacer en condiciones muy excepcionales porque ¿desde cuando alguien que esta deprimido o sufre un vacío profundo como el que reflejan estas pinturas se pone a pintar? Fuera como fuese fueron producidas por el terror de una muerte sentida y cercana. Las pinturas negras parecen un vomito del ser humano, una segregación, un excremento. Son tan oscuras que el hecho de que sean una fabulación no deja de ser anecdótico. Resulta curioso encontrar un lado tan oscuro y enigmático en un latino cuando la oscuridad es una característica propia de lo nórdico.
    Goya debió sufrir muchísimo por culpa de su sordera. Todo ello nos lleva a concluir que su vida fue infinitamente más dura que la de otros clásicos como Velázquez. Efectivamente mientras que la obra del sevillano gira en torno a la serenidad y el humanismo (humaniza hasta la guerra, véase "La Rendición de Breda", lo que lo sitúa en las antípodas de Goya) la obra del aragonés pasa de la misma serenidad(dentro de la corte real) a la crispación (véanse "Los Desastres de la guerra"). A esto deberíamos añadir el retraso social y económico del país. El mundo no es un lugar seguro.
    Goya no es técnicamente tan buen pintor aunque su paleta de colores esta basada en la del Velázquez, más tendente aquel en la utilización de los primarios armónicos, como vemos de forma paradigmática en "El Quitasol (1777)" . Eso si, ambos no pretendían disimular a toda costa la pincelada, el trazo, sino todo lo contrario, lo remarcaban, siendo Velázquez uno de los primeros en hacerlo. Estamos pues ante uno de los primeros ejemplos de pincelada impresionista. Goya tampoco era un gran anatomista: buscaba ante todo en la figura remarcar la expresividad, de hecho repetía poses y gestos en sus cuadros. Ante todo bebía más de la naturaleza empírica que de normas y preceptos. Solo era realista en sus retratos cortesanos, en los demás temas cae en la deformación, en la caricatura, en lo monstruoso. En esto vemos porque Goya es el primer moderno, el antecesor del movimiento expresionista. Su obra abarca más que sus coetáneos: sin duda fue el primer gran reportero de guerra y un gran crítico social (véanse "Los Caprichos").

jueves, 17 de diciembre de 2020

Marianne Faithfull

Dice Schopenahuer que la nación más melancólica es Inglaterra. Hay bastantes rastros de esta melancolía en la música y en el cine pero el clímax viene con Marianne. Todos sus discos están impregnados de esta melancolía tan propias de la poesía de estas tierras del norte. Escuchándola uno se da cuenta de que es hija del país en que nació, de que siente su cultura en las carnes. Un país, el de Wordsworth, que debía de ser muy aburrido antes de la aparición de Los Beatles en los 60. Ella como persona me interesa poco (demasiados excesos) pero es en su rol de cantante donde se mueve como pez en el agua. Cuando fue el movimiento hippie ella no se hizo hippie cuando fue el movimiento punk ella no fue punk, siempre mantuvo cierta distancia con las modas. Empezó cantando en una octava superior pero su voz se quebró con el resentimiento de los años y entonces fluyeron las verdades de la vida y la experiencia por su boca, fruto de los vicios, las penas y los cigarrillos. Habrá quien le parezca que ha perdido con los años, que su voz es demasiado pequeña, una tomadura de pelo. Pero eso me recuerda que las grandes interpretes se caracterizan precisamente por eso, por interpretar más que por alardear, por no tener grandes pretensiones, por ser profundas siendo naturales. El caso más paradigmático de esto es Billie Holliday, la cual tiene con Marianne muchos puntos en común y no solo el cantar (como puede ser cierta tendencia autodestructiva).
    Marianne pasa del vitalismo de una Nancy Sinatra en "Down for Dover" al más profundo de los pesimismos en "Late Victorian Holocaust". Serán estos los dos polos por los que transitaran entre medias una amalgama de registros, pero eso si, siempre haciendo una fuerte apuesta por la melodía. Se la ha comparado con Edith Piaf, aunque solo sea por el mérito de haber dicho por primera vez la palabra "puta" en una película. También esta considerada como una de las cantantes de cabaret más reconocidas a nivel mundial. Esta claro que las mejores canciones de sus últimos trabajos las ha compuesto Nick Cave, como en su último disco el tema "The Gypsy Faerie Queen". Pero yéndonos un poco más lejos en el tiempo como olvidar la imprescindible "Crazy Love" de su álbum "Before the Poison(2004)", también compuesta por Cave, sobre las contradicciones del amor. Muchas de sus canciones son como joyas de relojería, perfectas, solo desgarradas por su voz. Esto último se plasma literalmente en "City of Quartz", donde la canción arranca con el sonido de alguien dando cuerda a una caja de música. O en el tema "Deep Water" donde tres notas repetitivas imitan el gotear de una estalactita. También hay desgarro, suavidad y dulzura en "For Wanting You" donde se nos habla con cierto resentimiento de las relaciones de pareja. Siempre ha preferido las canciones de desamor a las de amor desaforado.
    Hay melancolía en Marianne, pero también nostalgia, todo envuelto en un pasado mítico que le toco vivir al lado de los Rolling Stones. Y es que ella tiene un genuino estilo personal, un magnetismo, al igual que la mítica banda. Este estilo es el destilado de una superviviente, no solo de la época que le toco vivir, sino (y esto es importante) ante todo del contraste entre su imagen de celebridad y ella misma. Estoy seguro de que suscribiría lo que dijo Marguerite Duras, eso de que uno bebe porque vive en un mundo sin la existencia de un dios paternal. El origen de todo es el dolor, pero también el deseo.

martes, 4 de agosto de 2020

El cine de Ang Lee

Domina en "Comer, beber, amar" el tono rosa. Las tres hijas del cocinero tienen sus problemas sentimentales pero este intenta transmitirles un mensaje de despreocupación: no hay nada más que ver en acción con que ilusión cocina y friega los platos. Ang Lee cae un poco en la autocomplacencia al enfatizar las acciones (en especial las culinarias) y los estereotipos (algo general en la obra del cineasta) pero no nos engañemos: estamos ante un film donde los personajes les gusta sentir (más que ante un film sensitivo) y esto exige la identificación del espectador, por otro lado no siempre dispuesto a estos compadreos positivos. Las tres hijas parecen resignadas a sus vidas un tanto monótonas, en especial la maestra, hasta que un elemento masculino aparece en sus vidas. Pero la película enfatiza una cosa: todo, las relaciones familiares, personales e incluso laborales están subordinadas a la comida, auténtico orgullo nacional. Incluso el amor está subordinado, lo más importante de sus vidas es el discurso previo al comer, donde el padre hace de maestro de ceremonias confuciano. La comida es por tanto testigo de los cambios sociales y políticos, en estrecha relación en la búsqueda de contactos y favores. Además el film parece sugerir que no necesariamente la comida tradicional tiene que estar reñida con la comida rápida o basura como la denominan algunos: ambas pueden convivir. 
    Hay en "Deseo, peligro", su mejor película, resonancias de Wong Kar-Wai, como el tema del desamor. La película abarca desde lo político, histórico y público hasta lo privado, intimo y erótico, una manera de rendir cuentas con el pasado. Fue una película arriesgada, ya que el sexo era (y sigue siendo) un tema bastante tabú en Asia. La única pega es que el relato solo va por donde le interesa al director, descuidando muchos detalles complementarios, sobre todo de la vida de Wong Chia Chi. Pero Lee aposto por la mezcla entre melodrama y suspense, y le salió redondo, en especial gracias a la maravillosa banda sonora de Alexandre Desplat.
     En muchas de las películas de Ang Lee el sueño de la gran ciudad tiene un especial protagonismo: New York, Taipei, Shanghai... una ciudad que ofrece oportunidades de desarrollo a sus protagonistas, pero para acabar en ocasiones en la frustración y el desamor, provocados también por el choque entre tradición y modernidad.
    El director taiwanés va oscilando entre encargos y proyectos personales, estos últimos mucho más interesantes. La demoledora "La Tormenta de Hielo", una critica a las supuestas libertades de la era hippie y toda una antítesis de su anterior trabajo "Sentido y Sensibilidad", es una buena película pero no es la mejor, ya que la vida en escasas ocasiones(que las hay) es así de fría. Ang Lee sabe contar historias, pero a costa de usar una narrativa clásica que da como resultado un producto un poco convencional, del cual se resienten sus películas. Cine para gente culta pero no erudita, como decía un crítico del más occidental de los directores asiáticos.

jueves, 30 de abril de 2020

Abbas Kiarostami

En el cine de Kiarostami la naturaleza tiene un papel trascendente. Es más importante el entorno, la circunstancia exterior que la interior. El dialogo gira en torno precisamente de eso, de las cosas bellas de la vida por las que merece ser vivida. El ejemplo más claro de esto último es "El sabor de las Cerezas(1997)", trabajo del director que nos ayuda a soportar esta vida imperfecta. Su protagonista nunca se deja llevar por la ira, es ante todo una victima de las circunstancias. Vemos a veces también, entre planos más generales, primeros planos en los que lo importante es ensalzar al hombre en su fisicidad, como pasa de manera extrema y reivindicativa en "Ten(2002)", como si el ser humano (en este caso la mujer) fuera el ser más perfecto de la naturaleza. Es un cine contemplativo, espiritual, fruto de muchos años de contacto directo con la poesía literaria. Hay también psicología pero esta es un medio para llegar a una interpretación de tipo filosófico sobre la vida, como esas cerezas por cuyo sabor merece la pena vivir. Siempre hay una huida hacia lo exterior, de dentro a fuera, como si los sentidos nos curasen el alma. Esto vendría encarnado de manera paradigmática en el partido de fútbol en Teherán de "El Viajero(1974)", para muchos una de sus mejores películas.
Es difícil ver paralerismos con otros cineastas o artistas. Como en Bresson asistimos a la repetición de escenas, para remarcar la diégesis del tiempo y el minimalismo argumental. Pero lo que esta claro viendo a Kiarostami es que la mejor visión de un país la hace un nativo.
    "Copia Certificada(2010)" es una obra en la que, como suele pasar mucho en el cine, mas que de arte se habla de un tema alrededor del arte: el tema del legado cultural, que por otro lado a mi me parece de escaso interés. Aunque es su obra más occidental, se hace tediosa a ratos. Es como una ficción dentro otra ficción, los personajes juegan a interpretar varios roles. De ahí su guion un poco despistado y laberíntico, casi absurdo. Pero a pesar de todo no es tan desesperante como el primer visionado de "El Viento nos llevará(1999)", paradojicamente para algunos su mejor obra.
    "Ten(2002)" es de los trabajos de Kiarostami más contradictorios. Y es una pena porque el film está bien de ritmo pero, a pesar de ser un intento de hablar del mundo del sexo femenino, practicamente solo nos habla del desamor (tema ya presente de manera indirecta en "El Sabor de las Cerezas"), y esto no lo es todo para las mujeres como cualquier mujer feminista puede corroborar. Para la protagonista principal su libertad es tan valiosa como el amor a su hijo, e intenta empatizarla a los demás. La conclusión es que es necesario un cambio social en la sociedad iraní para que la mujer encuentre su lugar.
    "Primer Plano(1990)" es una idealización de una pequeña estafa, un caso de suplantación de la personalidad. Digo idealización porque Kiarostami tendria problemas personales con su protagonista, Hossain Sabzian. Pero no debemos extrañarnos: este film es una visión poética de unos sucesos extraños pero que transcurren como ese tubo que gira y se desliza por una pendiente, metáfora de la vida misma. Kiarostami ve poesía en todas partes, está en las antípodas del cine de Hollywood, tiene un concepto de la libertad más profundo, alejado de las superficialidad de los efectos especiales y la post-producción. Su ambigüedad idiosincrásica, a medio camino entre el documental y la ficción, le da mucho juego, sobre todo en lo que respecta a soluciones formales. No quiero con esto decir que estoy a favor de la censura (en esta caso la iraní) pero si que el hecho de que exista no necesariamente significa una traba. A fin de cuentas la espiritualidad de Kiarostami bebe mucho de El Corán, que es un libro que vale la pena leer, aunque solo sea por su valor literario, como bien indica el crítico Harold Bloom. Pero no olvidemos que el director iraní no seria nadie sin la poesía de su país.

El primer Ridley Scott

"He visto cosas que vosotros no creeríais...". Es esta frase el inicio de un monologo generacional, ya que resume las esperanzas de la gente en un futuro interestelar que no viviremos, pero que sabremos que será posible. Vale la pena vivir toda una vida solo para ver "Blade Runner", porque más fuerte que la idea del suicidio es la voluntad de vivir. También esta película nos habla de lo efímero de nuestras vidas, de nuestros recuerdos, como lagrimas en la lluvia. "Blade Runner" es pues una película romántica (en contraposición al estilo pragmático de las novelas de Philip K.Dick) donde la trama toma dimensiones épicas, como si de lo individual estuviera en juego el destino del universo, que no nos habla del futuro sino del presente que se vive en las grandes ciudades, de esa soledad radical del hombre moderno. La civilización podrá crear inteligencia, la cual podría ser filosoficamente profunda o más bien torpe, madurando poco a poco. "Blade Runner" apuesta por una solución intermedia; los replicantes son al menos tan inteligentes como sus creadores. Resulta curioso que la creación de vida artificial inteligente no se haya hecho eco en los medios de comunicación ni en la gente de la calle; lo único que existe es la publicidad, que no consigue mejorar el nivel de vida de nadie. No existe la opinión pública. Los problemas de hoy en dia (la masificación, la contaminación, etc), no han sido resueltos, están llevados al extremo. ¿Y que representan esos ojos, auténticos leit-motivs de la película? Pues la luz de esta conciencia en todos nosotros.
    En "Alien:el Octavo Pasajero(1979)" más diabólica que el propio extraterrestre es la compañía que ha mandado como conejillos de indias a su tripulación. Es un ejemplo clásico de thriller patológico, pero que consigue aunar de forma magistral dos corrientes: el cine de ciencia ficción y del cine de terror. Ya James Cameron en la segunda parte convertiría ese clasicismo en un cine-espectáculo más convencional. Pero "Alien" también me enseño que la naturaleza, y por extensión el arte, también pueden ser diabólicos. El alien mata siempre fuera de campo, como si la materialidad del asesinato fuera inconcebible. Por más que progresemos el mal siempre existirá, un mal que también esta presente en "Blade Runner", la crueldad tiene corazón humano, como diría William Blake.
    "Los Duelistas(1977)", su primer largometraje, trata el tema del duelo, una polémica muy en boga en el siglo XIX, aunque hoy en día anacrónica y superada. Pero ante todo esta magnifica y melancólica película nos habla de la importancia del progreso, de superar los fanatismos y los prejuicios, habla de nosotros porque todos somos a fin de cuentas progresistas en el sentido en que creemos en el progreso. Todo esto coincidiría (y no es casualidad) con esa época bisagra que fueron las guerras napoleónicas. Y es que el progreso es un concepto que le da mucho juego al cineasta ingles a lo largo de su filmografía. Por lo demás la película esta para algunos un poco destartalada a nivel técnico pero es debido a la falta de experiencia artesanal en el campo de la ficción por parte de Scott, que venia del campo de la publicidad. De este ámbito venían algunos de sus colegas de generación, como Adrian Lyne o Alan Parker(anglosajones todos), influidos por el lenguaje del videoclip que se refleja en sus películas. Pero el más genuino de todos ellos es Scott, el cual dirige sus películas de ciencia ficción con un pathos al que no puede aspirar un latino, mucho menos un español, en lo que a este género se refiere. Es de agradecer que se haya tomado en serio el planteamiento de estas películas, no como por ejemplo Steven Spielberg, que podía haber creado una obra maestra con otro relato de K.Dick, "Minority Report(2002)", en vez de convertirla casi en un esperpento.

Yukio Mishima

Es lógico que de una cultura tan desarrollada y fuerte como la nipona surgiera un escritor como Yukio Mishima, el cual no me hace reír porque su filosofía es la de lo absoluto. Sus obras construyen una realidad, pero una realidad poética donde no cabe la frivolidad, casi rozando la irrealidad. Sus personajes están idealizados; la idea del ser como fin bello en si mismo. Estos caracteres suelen estar mas logrados de lo que suele ser en las películas japonesas y los pensamientos de estos son mas profundos que sus acciones, sujetos estos últimos al eterno devenir de la naturaleza, como a la deriva. Pero también hay sitio para el renacimiento. La cultura japonesa: un principio y un fin, un circulo perfecto.
    Mishima pudo perder su vida física, pero alcanzo su libertad espiritual, como mártir de una sociedad que lo limitaba pero con la que se identificaba profundamente, como si solo valiera la pena vivir por una utopía. La poética de Mishima es la poética de un introvertido sufrimiento, que ya se nota en su primera novela "Confesiones de una máscara", donde la mascara exterior no cubre nada, es un reflejo del interior, de su progresiva humanización. Se diría que el escritor japonés tiene una mentalidad cuasi adolescente. Esta obsesión por el sufrimiento sería un punto en común con la obra de Marguerite Yourcenar. El único pecado del escritor japonés fue querer vivir más allá de la muerte. Resulta curioso como en una sociedad como la japonesa donde la homosexualidad es un tema tabú hubiera triunfado su primera novela. La atracción de Mishima es por tanto la atracción por lo prohibido.
    Son también las relaciones de pareja su gran obsesión y una constante en su obra, tema por otro lado tradicional en Oriente, donde siempre se introduce un elemento extraño, desestabilizador de una armonía inicial, la armonía de la propia sociedad nipona. A pesar de que era partidario del antiguo régimen no parece que le afectara especialmente la guerra (de la cual decía que todo el mundo estaba harto) ni el desastre de Hiroshima, quizá porque veía este último como una consecuencia lógica de aquella. Esto último no quita que su obra girase en torno a dos polos, Eros y Thánatos, a la manera de un escritor clásico griego, clasicismo que queda reflejado especialmente en "El Rumor del Oleaje". Y es que para Mishima parece como si el amor y el arte siempre condujeran a la muerte, como si fueran su antesala. Respecto al estilo de sus novelas el escritor prefiere mas el rodeo que ir al grano, la expresividad al ensayo, aprovecha al máximo la capacidad alegórica de este su genero favorito. Pero eso si, el japonés es un auténtico artista de la palabra.
    En "El marino que perdió la gracia del mar" una madre y un hijo ponen las esperanzas de futuro en un marino que vive esperando una vida mejor. Es común en la obra de Mishima la importancia de la niñez: efectivamente para el escritor el niño es el padre del hombre. El narrador en esta novela mantiene una mirada objetiva sobre todos los personajes. Para mi el pasaje más bello y profundo de la novela y que da fin a la primera mitad de esta es cuando el marino vuelve a embarcarse y vemos poco a poco como el barco zarpa del puerto. Pero esta vez no esta solo, alguien le espera de vuelta, esta vez su vida tiene sentido. Se acabo interrogarse por el pasado, ha conocido la felicidad, su vida no es una biografía, su vida es un destino. Este pasaje es tan expresivo que roza casi la musicalidad.
    Dicen que en una relación de pareja siempre hay alguien que quiere más. Este no es el caso de Kiyoaki y Satoko en "Nieve de Primavera", donde el amor mutuo alcanza cotas casi terroríficas, como bien dice el escritor. Este amor será lo que lleve a sus dos protagonistas a un desenlace fatal. No recuerdo en la literatura un final más trágico para un amor correspondido. El escritor parece sugerirnos que en la belleza más profunda habita la tristeza. Belleza y ética se entremezclan.
    "El Rumor del Oleaje" es un titulo metafórico donde las olas representan los embistes de la vida. Pero la mar permanece. Esta novela nos sumerge en un estado de naturaleza salvaje; estamos ante uno de los escritores más sensitivos que ha existido. Además es un claro homenaje a los hombres de acción, en contra de la vanidad y la levedad de la palabra. Es en conjunción con la naturaleza cuando el hombre se hace fuerte. Shinji no deja de ser el mayor alter ego en la obra de Mishima.
    La obsesión por el templo del protagonista de "El Pabellón de Oro" a lo largo de sus páginas es insana y contraproducente porque solo conduce a una cosa: la identificación alma-templo. La única solución: destruir el templo, destruir la belleza para liberarse. Tal vez esta belleza sea la misma (para Mishima) que la de la sociedad japonesa de preguerra, destruida después por los bombarderos americanos. Siempre hay una constante en la obra del escritor de destruir la belleza, que culminaría en el ritual de su propio suicidio después de años de culto al cuerpo.

viernes, 22 de noviembre de 2019

jueves, 7 de febrero de 2019

El cine de Michelangelo Antonioni

No creo que el problema de la crisis del hombre moderno, que se refleja en las películas de Antonioni, sea el dinero o el capitalismo. Esto le concedería a los films una dimensión histórica que al director no le interesa. Antonioni quiere ir más allá de un simple dato económico. Esta inestabilidad de los sentimientos, a la cual el propio director remite su origen en las tablas de la ley bíblica, sigue estando tan en boga hoy en día como cuando comenzó a dirigir, allá por los años cuarenta. Hay en sus películas una obsesión por el progreso, como si dominar la realidad exterior fuera una consecuencia de intentar dominar nuestra caos interior; pero esto último nunca lo conseguiremos. Además este progreso no se refleja en la sociedad, independientemente del estrato social o cultural.
    Si no fuera por su creciente prestigio Antonioni no habría tenido acceso a la Bolsa de Roma para rodar en sus interiores. Eso pasa en general con los directores que pasan de la timidez a una progresiva madurez. Es "El Eclipse" sin duda su película más romántica, donde la pareja protagonista intenta dominar el caos de sus vidas entablando una relación. Ahí es donde quiere llegar el director, a lo fallido de las relaciones humanas, a esa terrible incomunicabilità. El final de este film tiene sabor a documental que estudia los ambientes como si fueran contornos, solo que son mostrados solitariamente al final de la película, después de que hayan sido rellenados de forma figurativa por los actores. Antonioni no quiere sino mostrar esta ausencia, este vacío existencial.
    Por lo general las películas de Antonioni tienen un entramado espacial centrifugo, metáfora de la huida del hombre de si mismo, perdiéndose en la nada, como el propio Antonioni, que después de la experiencia de "Desierto Rojo" emigraría a otras latitudes, como Inglaterra, Estados Unidos, China... Esto se nota ya en "El Grito", película no del todo conseguida, dado que nos encontramos un final un poco abrupto. Lo malo del director italiano es que a ratos cae en los tópicos. Esto es evidente en la mediocre "Más Allá de las Nubes"(1995), una de sus últimas películas. Vemos unos personajes marcados por su pasado, que condiciona su presente, pero esta falta narrativa hace que caigan en lo estereotipado: no todos somos iguales, las historias no son siempre las mismas habría que recordar al director. Pero incluso es peor cuando pretende ser original, como en "Blow Up(1966)" o "Zabriskie Point(1970)". Los meandros por los van estas películas terminan muchas veces en lo inverosímil, lo aburrido y lo ridículo. Puedo perdonar la inverosimilitud en las películas de Hitchcock pero no en las de este director. Antonioni se posiciona, se radicaliza, pero su discurso hoy en día está medio desfasado. Son más interesantes sus declaraciones sobre estos trabajos que estos en si mismos, el director de Ferrara parece tener respuestas para todo, y no lo digo en el mal sentido.
    Tiene razón Angelopoulos cuando habla de Antonioni; y es que el italiano fue más allá, más lejos que nadie en su famosa tetralogía, renovó completamente el lenguaje del cine, lo convirtió en moderno, tanto en forma como en contenido. Sin duda esto fue debido a un sobreesfuerzo, visto los mediocres resultados del resto de su obra. Pero estamos ante una modernidad vista de frente, lejos de florituras y vanguardismos intelectuales: Godard y Antonioni son antitéticos. Mientras el primero juega con la cámara el otro esta obsesionado con el equilibrio del encuadre. Godard desarrolla más el trabajo previo al rodaje; todo ha sido, aunque no lo parezca, perfectamente pensado y meditado, mientras que Antonioni da preferencia al rodaje en si como absoluto demiurgo del resultado final. Es en el rodaje donde también es importante la dirección actoral. Por tanto la obra del director italiano es más narrativa, impregnada de esa monotonía que ya estaba presente en la obra de Cesare Pavese. Y es que el paisaje italiano, netamente humanizado, invita a la reflexión interior. Orson Welles a su lado resulta demasiado efectista. El paisaje, el entorno, lo que rodea al personaje, es su interior, su fondo.  Este paisaje ha sido retocado y coloreado en "El Desierto Rojo" porque, según palabras del propio director, buscaba un efecto más realista que en sus precedentes películas en blanco y negro. Pero Antonioni se equivoca; como bien decía el fotógrafo Sebastiao Salgado el mundo es en color pero la realidad es monocroma. En su tetralogía especialmente Antonioni en cierto sentido dice lo contrario de lo que muestra.
   Antonioni entra dentro de la categoría por tanto de directores modernos de los años sesenta, de los que posteriormente dirá Susan Sontag que los valores subyacentes a las películas de esta época no han triunfado. Pero más que de valores estas obras hablan de la ausencia de valores. Si cualquiera me preguntara cual seria el mayor legado del cine europeo probablemente le respondería que es esta Tetralogía de la incomunicación.

viernes, 18 de mayo de 2018

"Cuando una mujer sube la escalera" de Mikio Naruse

Naruse dirigía dramas sentimentales y arriesgados; arriesgados porque tocaban una fibra delicada de la historia del Japón: el desastre de la guerra y sus consecuencias. Sentimentales porque Naruse es ante todo un paisajista de interioridades.
"Cuando una mujer sube la escalera" el personaje de Mama(que quiere decir "Madame" en japones) es el eje alrededor del cual circulan todos los demás. Es una visión suave y edulcorada del mundo de los bares(donde de hecho se seguía practicando la prostitución pero de manera velada) porque es la visión de la propia Mama, una mujer ya no tan joven pero sentimental que sube las escaleras nerviosamente, como si de un director de orquesta antes de dirigir una función se tratara, perdiendo un poco su inocencia de cada vez. Estamos ante una coda o secuencia-emblema que se repite a lo largo del film varias veces, cada vez con un sentido distinto, a la manera de las codas de la películas de Yasujiro Ozu. Se nota que el director a hecho un esfuerzo en crear una cotidianeidad acogedora, lo vemos en los posters, en lo cuadros y fotos que cuelgan de las paredes, que reflejan una vida idílica. Una visión más optimista que otras anteriores, como "La Calle de la Verguenza"(1956, Kenji Mizoguchi), esta última más cruda y realista, coetánea a la prohibición de los prostíbulos.
La película llega en ocasiones a ser un poco mojigata, como por ejemplo en la forma conservadora en que están vestidas las mujeres de los bares(no vemos un solo escote en todo el film), empezando por la propia Mama, que lleva un kimono tradicional, suponemos que para superar la censura cinematográfica de la época. Y es que para analizar el mundo de los prostíbulos en Japón tendríamos que remontarnos muchos siglos, unos prostíbulos que han ido progresivamente desplazando a las antiguas geishas, entrando en la modernidad. Esto es lo que refleja el film: unas mujeres solitarias en un mundo dominado por unos hombres insatisfechos y hastiados del vacío de sus vidas, de sus trabajos y de sus responsabilidades, a pesar de su buena posición social. Hay que recordar que el oficinista medio japones trabaja una media de diez horas diarias seis días a la semana, al cual se le exige además por parte de sus compañeros que se tome una copa a la salida del trabajo. Una doble moral en definitiva, pero una doble moral consentida por la sociedad, ya que los bares eran los sustitutos de la prostitución y eran, a fin de cuentas, legales en Japón y las esposas confiaban ingenuamente en la fidelidad de sus maridos. Este ámbito esquemático se repetirá también al año siguiente en el comienzo de "As a Wife, as a Woman"(1961).
Mama es un personaje como decíamos sentimental, a contracorriente, fiel a sus principios; uno de ellos podría ser amar pero sin hacer daño, sin herir a una tercera persona. Pero también puede llegar a ser temperamental. A grandes rasgos este seria el estereotipo de las mujeres, indudablemente autenticas protagonistas, de los dramas de Naruse, interpretadas casi siempre por la extraordinaria Hideko Takamine. Respecto a los hombres estos viven adaptados a los tiempos modernos, completamente americanizados. Pero todos, mujeres y hombres, viven practicamente a salto de mata. La sociedad japonesa había cambiado desde la derrota de la guerra: asistimos con Naruse a una especie de neorrealismo interior a la japonesa, a un drama realista, pero de sentimientos interiorarizados que terminan desembocando en la melancolía, sentimiento común en otros grandes del cine japonés, como los ya citados Ozu o Mizoguchi. La diferencia con ellos radica en que Naruse es, por decirlo de alguna manera, más urbano. Todas sus películas tienen repentinos giros, tanto positivos como negativos, que las hacen más sugerentes, como si cristalizaran. Porque, como bien demuestran sus guiones, al director japones no le interesa la filosofía superficial, sino la sabiduría de la vida, que viene reflejada continua e intercaladamente en estos.